¿Rumbo a la tolerancia cero?

El que nunca ha roto un plato, ahora va contra las que rompen un vidrio
Arrinconado por no dar respuesta efectiva a temas como la escases de medicinas y el aumento en los feminicidios, el presidente López Obrador trata de evadir la realidad y salirse por la tangente: “Nosotros enfrentamos un régimen que desaparecía personas, que desgració a muchos y nunca rompimos un vidrio”, dice a los colectivos feministas.
Como es usual, el tabasqueño habla a la ligera y no se da cuenta que, justamente, la ultraconservadora teoría de la ventanas rotas, derivó en la aplicación de la tolerancia cero, estrategia anticrimen que se convirtió en un mecanismo discriminatorio, que justifica la represión policiaca contra las minorías políticas y los más pobres.
Así pues, sin querer queriendo, el Tlatoani se muestra muy respetuoso de los derechos humanos de los criminales, esos que no rompen vidrios, destruyen vidas y por otro lado, se escandaliza por el radicalismo de las indignadas manifestantes.
Dudamos que cuando dijo que él y sus seguidores (superiores por default al resto del mundo), no rompían un vidrio, haya tenido como marco de referencia a Rudolph Giuliani pero, si quisiéramos pensar mal, habría que prender las luces amarillas.
Licenciado López Obrador, ahora es usted el Señor Presidente, no el compañero Andrés, póngase a trabajar, no se disocie de la realidad para caer en la ramplonería.