El próximo sábado 12 de agosto será la XXII Asamblea Nacional del PRI, en donde seguramente el mensaje del Presidente Enrique Peña Nieto como líder máximo deberá ser revelador para los militantes de este instituto político.
Vale recordar que esta asamblea se realiza cada tres años y la última que se efectuó fue en 2013.
En marzo de 2013, Peña Nieto todavía estaba en la luna de miel con su recién estrenada Presidencia.
En aquella ocasión el mensaje que retumbó fue que el triunfo del PRI es el triunfo de la sociedad.
Ese día que debería ser indeleble en la memoria colectiva nacional, el Presidente se regocijaba de la nueva generación de priistas.
Todavía eran gobernadores Javier Duarte de Veracruz, el Duarte de Chihuahua, Borge de Quintana Roo, por citar a tres fichitas de la “nueva generación de priistas”.
“México se construye todos los días, desde cada rincón de la patria, demostremos con nuestra actitud, con nuestra voz, que somos una nueva generación de priistas”, decía pletórico en aquel incipiente marzo de 2013.
“El PRI entiende el momento que vive México, y hoy se moderniza para ser más competitivo y ganar la confianza ciudadana.
“También supo ser una oposición responsable. Lejos de lamentarse, el PRI trabajó para levantarse.
“El PRI “impulsó la democracia y en democracia el PRI volvió a triunfar”.
Frases textuales que reproduzco a una semana de que vuelva a tomar la palabra en una plenaria nacional que marcará el rumbo no sólo de un partido sino d euna nación.
Y digo de una nación no porque le demos más importancia de la que tiene el propio PRI, sino que si no vuelve a ganar la Presidencia, le queda a tiro de piedra una vez más a Andrés Manuel López Obrador y es en donde si hay todas las posibilidades de que cambie el rumbo del país.
Si gana la alianza del PRD-PAN, quizá no pase nada.
Las palabras cobran vigencia en los próximos días y tendrán repercusión en los próximos meses y años.
Uno de los puntos torales que se debatirá es abrir la candidatura presidencial a un NO militante como ya lo hacen los otros partidos.
Lo demás que se vea será puro rollo.
Sin embargo, a diferencia del 2013 en el ambiente está muy sensible el tema de los gobernador corruptos y aunque la justicia va por ellos, no es suficiente.
Ya hemos hablado de impunidad frente a la corrupción y es lo que sigue flotando en el ambiente.
Además del 2013, la otra gran diferencia en esta Asamblea nacional priista es que en 18 días más, es decir el 1 de septiembre, el Ejecutivo nacional estará también presentando su quinto informe de gobierno.
Y el mensaje de ese quinto informe tiene que ser contundente y establecer en hecho prácticos, realistas, qué es lo que hemos ganado los mexicanos en el último lustro.
Dos mensajes de los cuales dependen el futuro de una nación.
E insisto depende, no porque se trata del PRI, sino porque se trata de las palabras del Presidente y de la esperanza que mande a millones de mexicanos, priistas y no priistas.
Tiene Peña Nieto que asumir la realidad de su partido y abrirse a la ciudadanía.
Los mexicanos queremos una esperanza.
Ya no queremos vivir en esta guerra civil en que se ha convertido la lucha de bandas del narcotráfico y la intervención de las fuerzas federales.
Ya no queremos vivir del fracaso de una política interna errónea donde la seguridad depende de Gobernación y de la gobernabilidad que tenga México y que no se ve por ningún lado.
Hay que ver que ocurre el próximo sábado para saber hacia donde vamos como nación.
¿O no?
Mañana le seguimos
juliofentanes@gmail.com
