SCJN a la caza de gobernadores y alcaldes

“El trabajo es el padre de la gloria y de la felicidad.” – Eurípides.
El tema no es menor y la tormenta que se avecina será el origen de muchas tormentas más que se avecinarán.
Y es que para la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fallar una resolución por parte de sus Salas es asunto serio.
Como salvaguardas de la Constitución y de todas sus leyes secundarias, el órgano colegiado que representa es clave fundamental en el equilibrio de poderes que conforman la República.
Así los presidentes municipales del país comienzan a ser víctimas de sus propios descuidos –intencionales o no- mismos que los habrá en muchos de los casos de llevar a la destitución e incluso a la cárcel.
El más reciente ejemplo de esta medida la ha tenido que recibir el alcalde y el cabildo de Paraíso, Tabasco, el que se convertirá en un verdadero infierno por desatender un mandamiento del máximo Tribual del país.
De esta manera el alcalde perredista Bernardo Barradas Ruiz, así como del cabildo y los directores de Programación y de Finanzas han sido destituidos y consignados por orden de la SCJN.
La causa de la sentencia responde al desacato a una sentencia judicial que desde hace cinco años ordena al ayuntamiento de Paraíso el pago de alrededor de 40 millones de pesos en laudos laborales a favor de 23 trabajadores despedidos.
Este no es el único caso en que la SCJN ordena destituir a un alcalde de Tabasco por inejecución de sentencia por laudos laborales.
En 2014, ordenó la destitución del alcalde perredista del municipio de Jalpa de Méndez, Domingo García Vargas, pero no se concretó y concluyó su gobierno el 31 de diciembre de 2015.
Según se documentó, el gobierno de García Vargas incumplió con el pago de un millón y medio de pesos de laudos a tres trabajadores despedidos injustificadamente en 2003.
El pago de laudos laborales en los 17 ayuntamientos de la entidad es un grave problema que ahoga las administraciones municipales.
Hasta octubre del año pasado, la deuda en los 17 municipios superaba los mil 498 millones de pesos.
La lista de los cinco municipios más endeudados hasta esa fecha era encabezada por Paraíso, con 559 millones, seguido de Jalpa de Méndez con 166 millones.
En tercer sitio se ubicó Nacajuca con 154 millones; en cuarto, Huimanguillo con 107 millones y Macuspana, 94 millones.
Pero si usted pensaba que esto solo se enfrentaba en Tabasco se equivoca, pues en Veracruz las administraciones municipales no cantan mal las rancheras.
En entrevista con este reportero, el diputado presidente de la Comisión de hacienda del Estado en la Sexagésima Cuarta Legislatura, Carlos Antonio Morales Guevara, afirmó que el asunto es de altísima prioridad, pues tan solo se estima que la deuda por conceptos de laudos en el ámbito municipal asciende a los dos mil millones de pesos.
Casos desde 1998 –con 20 años de antigüedad- otros con 15 años forman parte de los casi mil 139 laudos laborales que se acumulan.
De acuerdo a la última información disponible por el legislador, el tema toma matices de alarma, cuando el 95% de los ayuntamientos, es decir 199 de los 212 enfrentan alguno de este universo de laudos.
“Lo preocupante es que, al final del día, eso se traduce en dinero, generando incertidumbre en las finanzas municipales”, expuso Carlos Morales.
El legislador local recalcó que existen cifras que elevan el número de casos, como lo expresado por la magistrada Concepción Flores Saviaga, quien sostiene que son poco más de mil 500 laudos.
El ex alcalde de Altotonga remarcó que “la deuda, hace poco más de cinco meses, ascendía a dos mil millones de pesos. Pero esa cifra podría aumentar debido al cambio de administraciones municipales”.
A todo esto habrá que contabilizar cuántas demandas se presentarían y cuántas obtendrían sentencia favorable para los ex trabajadores” con el arranque de las nuevas administraciones municipales.
Ahora bien, este asunto no significa prestar oídos sordos, pues la consecución inmediata será voltear a ver los casos no atendidos por los gobiernos estatales, los cuales seguramente habrán de ser muchos.
Y es que si la SCJN ha fallado por destituir y enviar a la cárcel a cabildos completos, porque no habría de apuntar sus baterías a los gobernadores de las entidades.
Ya encarrilado el tren, no hay poder humano que lo detenga.
La pregunta será ¿Quién será el guapo o guapa gobernadora en pisar la cárcel?
La moneda está en el aíre, hagan sus apuestas señoras y señores.
Al tiempo.
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