Se desfonda la yunicidad

Podría rebautizar el yate y nombrarlo Ypiranga

Primero fue la remoción del fiscal Jorge Winckler, luego el triunfo de Joaquín Guzmán Avilés que será el próximo presidente del CDE del PAN, por lo tanto, la yunicidad pierde el control de la Fiscalía General del Estado (aunque retornara Winckler) y del panismo local.

Esto no implica que los Yunes del estero estén borrados del mapa, pero lo cierto, es que ya no tienen todas las canicas en la mano y por lo pronto, tendrán que remar contra la corriente. No se sabe hasta donde la 4T quiera apretar al ex gobernador y su clan, sin embargo, todavía resuenan en las orejas de más de un integrante del morenismo la envalentonada frase del Chiqui Yunes: “le vamos a partir la madre a MORENA”.

Lo cierto, es que el propio presidente López Obrador lo advirtió al decir que Cuitláhuac no estaba sólo y en efecto, el pupilo del tabasqueño trae tras de sí el brazo ejecutor del Tlatoani y contra eso, no hay poder aldeano ni mañas que valgan.

Los Yunes azules tienen que pensar muy bien lo que harán, ya sintieron el rigor del aparato (como ellos gustaban hacerlo sentir a sus oponentes). Así pues, la retirada táctica podría ser una salida, bien dice el clásico: hay tiempos de sumarse y tiempos de sumirse.

Por lo pronto, que analicen el caso de la señora Robles.