Muy fuerte está la disputa por el control del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que en estos días celebra en Puerto Vallarta su séptimo congreso extraordinario, en el que entre otras, se renovará el Comité Ejecutivo Nacional de la central gremial.
Los elbistas van por la revancha y pretenden destronar de la Secretaría General sentista a Juan Díaz de la Torre, quien asumió la dirigencia del SNTE tras el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto, y que ahora enfrenta un proceso jurídico en el que a través de un amparo, le fueron suspendidos sus facultades como presidente del Consejo General Sindical.
No es poca cosa lo que está en juego. El SNTE sigue siendo el organismo sindical más grande y poderoso del país. Y con eso de que el elbismo hizo una clara alianza con el lopezobradorismo, si llegan a recuperar el control del sindicato, la causa del Peje se fortalecería de tal manera, que se vería muy difícil que pudieran detenerlo.
Y no habría mejor revancha para Elba Esther Gordillo tras cinco años en prisión, que reventar el proyecto político de Peña Nieto y llevar a palacio nacional a su más enconado adversario.
Por cierto, ¿eso en qué lugar dejaría a los sentistas en Veracruz?
