Últimamente, los altos mandos de las fuerzas armadas andan como que molestos por las críticas y señalamientos que se les han hecho por su actuación en las tareas de seguridad, y están saliendo a los medios a defenderse, aunque “sin querer queriendo” se inmiscuyan en los procesos políticos en marcha.
Por ejemplo, fue hasta que el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, pidió que se le pregunte a las fuerzas armadas sobre los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y no a ellos, que los militares salieron a responder sobre dicho cuestionamiento, planteado por otros actores políticos y mediáticos con anterioridad.
El director de Derechos Humanos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), general José Carlos Beltrán, rechazó lo que calificó como “infundios” en contra del ejército y exigió pruebas que sobre las violaciones a derechos humanos que se le achacan, sin mencionar, por supuesto, el nombre de López Obrador.
¿Será que los militares quieran hacer valer su peso en la próxima sucesión presidencial?
