Hubo cordura e institucionalidad. Hubo trato amable y respetuoso. Estuvieron serenos.
El Presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares no intercambiaron en esta ocasión mensajes cifrados o directos en torno a la política o el aspecto electoral.
Se bajaron del ring, se quitaron los guantes y actuaron según el protocolo.
Cabe decir que lo inaugurado por el Presidente Peña es trascendental para Veracruz.
En Misantla firmó dos decretos, uno para crear la reserva de agua para la Cuenca del Río Coatzacoalcos y uno más para que 80 mil usuarios accedan de forma legal al servicio de agua. En resumen de las obras hídricas que se han llevado a cabo en el Pais, Peña Nieto informó que se ha pasado del 92 al 94.5 por ciento de la cobertura de agua potable.
En Boca del Río, inauguró lo que es ya, el brazo científico y de innovación tecnológica para la exploración en aguas profundas y ultra profundas.
El Centro de Tecnología para Aguas Profundas del Instituto Mexicano del Petróleo, permitirá acceder a los yacimientos de hidrocarburos que podrían exponenciar la producción y con ello, reactivar esta actividad y competir en mejores condiciones dentro del mercado mundial.
El modelo de explotación en aguas someras que tanto dio a este país se agotó y por ello es necesario hacerlo a profundidad con tecnología de punta y respeto al medio ambiente.
Más allá de la innegable importancia que reviste este Centro, también detona la actividad económica y el empleo en la entidad, lo que sin duda es una gran noticia.
Por ello también, es de destacar que ambos ejecutivos se hayan mantenido serenos. Por que más allá de la guerra electoral, Veracruz, como todo México, requiere empleo, desarrollo y competitividad, no grillas en aras del poder.
