Fuentes muy informadas dicen que Pepe Yunes sí habría traicionado al PRI. Por citar un ejemplo y que no sería un hecho aislado, circula una foto de Ulises Colorado, uno de los principales operadores de Pepe Yunes en el distrito de Coatepec, acompañado del entonces candidato de Morena, Cuitlahuac García. Tiene razón Héctor Yunes, deben irse al rancho de López Obrador todos los traidores.
Y es que estas mismas fuentes aseguran que cuando con muchos meses de anticipación el peroteño vio que nomás no iba a remontar ni siquiera al segundo lugar, habría decidido traspasarle su pírrico capital político al moreno y que a la postre abonó un poco al triunfo de “Cui”.
Pero a Pepito le salió el tiro por la culata porque ahora Cuitláhuac ya no le recibe mensajes ni llamadas. Lo peor fue cuando el gobernador lo dejó plantado hace poco en una reunión que iban a tener en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Por eso es que ningún pepista fue incorporado en el gabinete.
Dicho sea de paso, nos comentan que eso está caracterizando a Cuitláhuac: el incumplimiento de los compromisos.
A Héctor Yunes ya se la estaban haciendo de jamón, hasta que AMLO tuvo que intervenir para que lo recibiera Cuitláhuac.
Y también a un laureado columnista Cuitláhuac le prometió darle chamba a su esposa, pero hace poco el mandatario estatal le mandó decir “pues que dice mi papá que siempre no”.
La respuesta del opinador no se hizo esperar y por eso dedicó su texto a la Cofradía de la “Mano Caída”.
Muy lamentable que en el arranque del gobierno, la palabra empeñada valga puro cacahuate.
