Trabajadores petroleros denunciaron que la falta de vigilancia federal en instalaciones de campo de Petróleos Mexicanos (Pemex) los han dejado a merced de delincuentes en Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí.
De acuerdo con personal de la sección 3 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que concentra a unos mil obreros en Linares (Nuevo León), Altamira (Tamaulipas), Ébano (San Luis Potosí) y Pánuco (Veracruz), en los últimos años han sido víctimas de robos, amenazas y secuestros.
Las fuentes aseguraron que los trabajadores evitan laborar en horario nocturno en zonas rurales de Altamira o de Pánuco, pues para regresar a sus hogares deben circular por brechas sin vigilancia.
“Ha habido trabajadores de nuestra sección (la 3) que han sido golpeados, inclusive secuestrados”, señaló el empleado de esta sección, Miguel Hernández Chávez.
“La gente quedó endeudada para recuperar a su gente. Han pasado cosas bastante violentas, no se hablaba de ello por temor, pero la sección 3 ha sido muy golpeada”.
Hernández Chávez apuntó que mientras que Petróleos Mexicanos enfoca sus tareas de seguridad en las instalaciones, no hay quién garantice la seguridad de los trabajadores cuando laboran fuera.
El ex candidato a la dirigencia de esta sección, Felipe Rosales de la Huerta, señaló que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador enfocó la vigilancia militar a cuidar los ductos para evitar el huachicoleo.
“La seguridad se ha enfocado a los ductos, pero en las áreas donde se encuentran los trabajadores es muy escasa”, aseveró.
El Gobierno federal dispuso en enero de 2019 el despliegue de ocho mil 600 elementos militares, navales y de la Guardia Nacional para el resguardo de las instalaciones y ductos de Pemex en busca de contener el robo de combustible.
En enero pasado se reportó que existían cinco mil 300 efectivos, ante la optimización del trabajo del personal.
La violencia y la inseguridad afectan los territorios de estados como Tamaulipas, Nuevo León y Veracruz.
Tan sólo en Ciudad Victoria, la capital tamaulipeca, la Guardia Nacional (GN) reforzó la vigilancia de las calles en enero pasado, en coordinación con el Ejército y la Policía Estatal.
En los primeros días del año, la urbe registró más de 20 muertes violentas, entre ellas las de policías y mujeres, con lo que superó la cifra de asesinatos de todo enero del año pasado, cuando se reportaron 16 homicidios.
(Reforma)
