A partir de 1 de junio, y hasta el 30 de noviembre, viene la primera prueba de fuego para los nuevos 212 presidentes municipales veracruzanos, pues inicia la temporada de huracanes en el Atlántico.
De acuerdo con los pronósticos meteorológicos, se esperan 14 ciclones, de los cuales 7 podrían convertirse en huracanes: Alberto, Beryl, Chris, Debby, Ernesto, Florence, Gordon, Helene, Isaac, Joyce, Kirk, Leslie, Michael, Nadine, Oscar, Patty, Rafael, Sara, Tony, Valerie y William.
Y es que desafortunadamente con una depresión tropical, con los remanentes de una tormenta, ha bastado para que la devastación llegue a Veracruz y a sus familias por la cantidad de ríos de respuesta rápida que tenemos, por las zonas irregulares que prevalecen.
Si bien nuestro estado es uno de los que más ha avanzado en materia de protección civil con la conformación de los atlas municipales de riesgo, es vital que estos sean actualizados, precisamente por las zonas de asentamientos irregulares, por la propia expansión de la población, por la urbanización y todo a objeto de salvaguardar vidas.
No sólo se trata de que en estos cinco meses ya hayan revisado personalmente estos atlas de riesgo, sino que hagan que sus respectivas áreas den cumplimiento a las recomendaciones ahí establecidas y que, en algunos casos, sus antecesores no pudieron llevar a cabo como la reubicación de personas por temor al costo político.
La temporada de huracanes está ya a la vuelta de la esquina. Deben tener ya ubicados sus planes de emergencia, dónde establecerán sus albergues en caso de ser necesario, cuáles son sus focos rojos pues, si se confían en que nada pasará en el estado, podríamos estar repitiendo tragedias como la Stan en 2005, Irma, Katia o José. Más vale que nuestras autoridades municipales, a la voz de ya, se pongan las pilas y den ejemplo de porque Veracruz es ejemplo en la materia.
@YamiriRodríguez
