En la renegociación del TLCAN se deben implementar medidas laborales para paliar la pérdida de 16 por ciento en el poder adquisitivo de los trabajadores que se observó desde la entrada en vigor del acuerdo, y se deberá garantizar que ello no impacte en la inflación y que México no pierda competitividad, dijo Adolfo Laborde Carranco, experto en comercio exterior de la UNAM.
“Muchos años el TLCAN dio una parte competitiva a las empresas que trasladaban su producción a México por los salarios, que no tuvieron cambios por varios factores como la política económica del gobierno. Eso provocó que los salarios no pudieran tener una recuperación y generó una pérdida de 16 por ciento o más, en el poder adquisitivo”, comentó.
Indicó que si se aumentan los salarios para acercarlos a los niveles que se pagan en los otros países del TLCAN, será necesario realizar un acuerdo con el sector patronal y empresarial de México para evitar que el posible aumento de salarios se traduzca en un encarecimiento de precios, es decir, en inflación.
“Se necesita un aumento de salarios pero al mismo tiempo un pacto nacional para evitar que impacte los procesos inflacionarios; eso ayudaría a generar un incremento en el consumo interno”, opinó.
Consideró que este escenario es “un arma de doble filo” para México, ya que restaría competitividad al país por el encarecimiento de la mano de obra, como sucedió recientemente en China:
“Eso nos obligaría a desarrollar la competitividad en otras áreas”, indicó el especialista. Comentó que los objetivos publicados por Trump en materia laboral “no son descabellados” pero no se ajustan a la realidad de México, ya que si propone la homologación de ciertos aspectos, no hay certidumbre sobre si nuestro país podrá cumplir con ellos y esta situación requeriría modificar la política económica de México, situación que rebasa el ámbito del TLCAN”.
