Un día antes, habrá que creer…

Soy de las personas que puede escuchar o cantar una canción, estrofa, o sólo tararear una misma tonada como en loop, durante horas o, incluso, meses completos.

Hace unos días un buen amigo me hizo llegar un video de Diego Dreyfus. No le había visto nunca antes pero, por alguna razón, contrario a lo que suelo hacer con todo lo que se reenvía por whatsapp, abrí el enlace. Desde entonces tengo en mi mente la voz de Alejandro Filio cantando una y otra vez el coro de una de las canciones que marcaron mis días de preparatoriana: Habrá que creer, habrá que creer, en Cristo, en la paz o en Fidel. Habrá que creer, habrá que creer en algo o en alguien tal vez…

El mensaje que Dreyfus comparte en su audiovisual de seis minutos y medio, so pretexto del mundial, tiene que ver con la capacidad –o falta de- que tenemos los mexicanos de creer en nosotros mismos. La semana pasada comenté en este mismo espacio que “nos enseñaron a perder, pero nunca a ganar” y después de ver en el video a alguien convencido de que la Selección Mexicana puede ser la campeona del mundo, confirmo la premisa antes planteada.
Diego señala en su mensaje que no necesita evidencia para creer en nuestra Selección, pues les admira y utiliza como un espejo para crecer. “¿Qué pasa si ellos ganan el mundial, a mí de qué me sirve, a tí de qué te sirve?. Piénsalo, mañana la selección mexicana gana el mundial y regresa al País, después de la macro peda que se va a organizar, ¿qué pasa al día siguiente, qué cambia, somos campeones del mundo y qué cambia en tu vida?, ¿te da ilusiones?, ¿te da esperanza?, ¿Porque ellos ganan tu puedes hacer cosas? Es al revés cabrón, tú puedes hacer cosas, tú tienes que creer aunque ellos no ganen; y por eso van a ganar. Lo que tiene que hacer México como País para que la Selección Mexicana gane un mundial es creer en ellos sin evidencia, sin esperar nada de ellos y sin chingarlos si no lo logran… los quieres a ellos ganando para luego creer en ti. La razón por la que no hemos ganado un mundial es porque no estamos preparados emocionalmente, estamos muy bien preparados físicamente y no tenemos ni puta idea de qué pasa en nuestra mente y en nuestras emociones como País”.

Minutos más adelante dice que “tienen fuerza, ganas, edad, la combinación perfecta entre experiencia y novedad, tienen un buen entrenador, tienen todo para hacerla, están en el lugar adecuado, le ganaron a Alemania, están perfectos para ganar, la única fuerza que creo que les falta es un fitness emocional, es tener la misma fuerza que tienen en las piernas en la mente, la mente les va a ganar, el estado de ánimo que tienen hasta ahorita les va a ganar. Ya ganaron un partido histórico y eso genera un estado de ánimo, al segundo partido ya no entras con la misma mente con la que entraste al primer partido, esa es la fuerza que tienen otros Países por la cual ganan un mundial, porque tienen la capacidad de regresarse al punto cero… ¿por qué juegas? si juegas para ganar estás perdido desde el segundo uno; si eres actor porque querías ganar un óscar, tienes problemas, uno es actor porque quieres comunicar algo; si eres futbolista porque querías ganar un mundial, tienes problemas, porque si no lo ganas te sientes vacío el resto de tu vida, y si lo ganas quién eres después… en realidad juegas por jugar, amas lo que haces…”

Dreyfus habla de fútbol, pero yo reflexiono sobre su discurso, pienso un poco y hablo de todo, de la vida misma, de esa necesidad de poner amor en cada cosa que hacemos. Está demostrado que los mexicanos tenemos una gran capacidad de amar, comencemos por nosotros como personas, en lo individual, por amarnos y creer, más allá de un culto o fórmula mágica, empecemos por tener fe en nuestra persona, en aquello que nos ha sido dotado para crear, construir, para dar lo mejor desde nuestro interior; por aportar cada día un granito de arena a la construcción del País que merecemos, que estoy segura no es el que hoy tenemos.

En su podcast, el videasta agrega que la selección mexicana es un espejo, que si pierde nos recuerda por qué no nos levantamos como mexicanos y ganamos, pero si la selección gana, no va a cambiar nada en México. ¿Por qué esperar a que México gane el mundial para creer?… “Todos debemos creer que se puede… y así tal vez el fútbol puede servir a todo un país para despertar, creer en nosotros y unirnos mucho.”

Desde mi óptica, si México es campeón del mundial, quizá en la generalidad veamos un asomo de esperanza de que podemos construir un País mejor, pero lo cierto es que hasta hoy he escuchado de los más aficionados y expertos en la materia que podemos ser eliminados en tal o cual partido… somos un País que juega para perder y debemos cambiar eso. Considero que hay que retomar el espíritu pueril y jugar por el mero disfrute de hacerlo; salir al escenario vuelto un manojo de nervios, con el ánimo de comunicar algo; calcular y proyectar con la visión de construir; y votar por la convicción de que podemos elegir a quienes nos ayuden a hacer de México el País que merecemos.

Y no hablo del “Secreto de la ley de la atracción”, sino de que como mexicanos debemos estar convencidos de que somos chingones, de que tenemos todo para ser primer potencia, de que podemos más los buenos, que tenemos talento y de que éste es el momento de ponerlo a trabajar.

A unas horas de la fiesta democrática, del cuarto juego de México, de tomar al toro por los cuernos y demostrar de qué estamos hechos… sin importar cuáles sean las preferencias de cada uno de nosotros… HAY QUE CREER Y HACERLAS VALER, porque éste es el momento adecuado, nuestro momento.

Mi reconocimiento para la Selección Mexicana, para cada una de las personas que vertemos nuestro corazón, tiempo y vida para construir y defender la democracia, y para cada persona que habita en este maravilloso País, porque México somos la suma de todos quienes aquí vivimos y le amamos.

…Habrá que creer, habrá que creer, en Cristo, en la paz o en Fidel. Habrá que creer, habrá que creer en algo y en nosotros también…

El video de Diego Dreyfus:

Habrá que creer, de Alejandro Filio: