Un trompito a la uña

El comportamiento de muchos servidores públicos, vale decir las barbaridades que algunos dejan salir sin la mayor pena, permite exigir que se les ponga a prueba. Los tiempos ya están como para hacer que toda persona aspirante a un cargo o que ya lo esté desempeñando en la administración pública federal, estatal o municipal sea evaluada para registrar sus conocimientos en perspectiva de género.
En Estados Unidos, al inicio de las guías telefónicas solían incluirse varias preguntas, cuya respuesta debía ser conocida por todo aquel que quisiera considerarse ciudadano de esa nación, cosa que entre paréntesis tampoco estaría mal para México. Temas como el número de estados que conforman a los Estados Unidos, cuándo se celebra el Día de la Independencia, qué día se conmemora el nacimiento de Martin Luther King o el Día de los Presidentes, entre otras cosas, que todo ciudadano o residente debe conocer.
Del mismo modo, hay elementos básicos de la perspectiva de género que deben ser del conocimiento de todo servidor público, hombre o mujer. Incluso debería ser una evaluación para quien desee registrarse para un cargo de elección popular y, para no contravenir determinaciones constitucionales, de no aprobarlo, al menos hacerlo público, para que los futuros votantes conozcan este perfil del candidato.
La violencia hacia las mujeres no se detiene y es indudable que para enfrentarla debe transversalizarse la perspectiva de género. No debe ser un tema especializado, pues la violencia se produce en diferentes ámbitos de trabajo, en las escuelas, en las familias, en círculos sociales, en estratos socioeconómicos distintos, así como en diversos ámbitos profesionales. Prácticamente todo lugar de interacción social es un sitio en el que potencialmente se puede producir la violencia contra las mujeres. Por lo mismo, en todos esos sitios deben conocerse los elementos básicos del tema de género.
Hemos sido testigos de las declaraciones más inmundas por parte de servidores públicos que no tienen la menor idea de su función, sólo externan sus puntos de vista personales. El éxito o el fracaso de las políticas públicas pueden depender de quien está a cargo de operarlas y lógicamente si lo hace una persona sólo “por instinto”, por lo “que le late”, por lo que le enseñaron en su casa, por lo que ha aprendido en la vida (pero también por todo lo ignorado), ya podemos imaginar que eso tiene un impacto en los programas públicos.
Imaginemos la puesta en marcha de un programa para favorecer a madres solteras operado por el alcalde de Teziutlán que el año anterior las llamó “sucias y cobardes” o por el coordinador de Comunicación Social de Francisco I. Madero, Coahuila que las llamó “bola de mantenidas”.
Lo único que han aprendido algunos políticos es a decir (ni siquiera escribir ellos mismos) discursos chatos para elogiar a las mujeres el 8 de marzo, el día de las madres o el 25 de noviembre. Para mandarles una felicitación o regalar una flor. Con eso creen llenar el expediente, pero la mayoría se mantiene ignorante de los problemas concretos a los que se enfrentan las mujeres.
Por esta razón propongo que todos ellos sean evaluados, para su mejor desempeño, en el tema, con asuntos tan básicos como los siguientes:
1. Cuando se habla de los derechos de las mujeres, ¿a qué tipo de derechos nos referimos? La mayoría no sabe que son parte de los derechos humano, de paso que los ennumeren.
2. ¿Cuál es la diferencia entre sexo y género? Tienen una gran confusión en este punto.
3. ¿Cuál es la diferencia entre equidad e igualdad cuando hablamos de género?
4. Que ofrezcan cuatro ejemplos —en economía, cultura, justicia y el ámbito social— de desigualdad hacia las mujeres y cómo eso contribuye a reproducir la desigualdad.
5. ¿En qué año se aprobó en México la primera ley contra la violencia hacia las mujeres? Deben saber su nombre completo.
6. Nombrar al menos otras dos leyes que favorecen el ejercicio de los derechos de las mujeres.
7. ¿Cuál es el acuerdo internacional más importante que define la discriminación hacia las mujeres e intenta erradicarla?, ¿Es México firmante de ese acuerdo?, ¿Cuál es el carácter de su firma?, ¿A qué lo obliga?
8. ¿A qué se le denomina patriarcado?
9. Nombrar al menos seis de los derechos humanos básicos de las mujeres.
10. ¿Cuándo y dónde se legisló en México la aprobación de la interrupción legal del embarazo?
11.- Como servidor público ¿cuál es su postura hacia la interrupción legal del embarazo?
12. ¿Qué es un estereotipo?
13. ¿Qué se entiende por perspectiva de género?
14. ¿Qué se puede hacer para institucionalizar la perspectiva de género?
15. ¿Cuántos feminicidios ha ocurrido en su municipio o estado?
16. ¿Cuáles son los delitos tipificados en el Código Penal federal, o estatal si es el caso, como violencia de género?
Tampoco se trata de meterles el pie. Se les puede dar bibliografía básica que incluya estadísticas actuales de la situación de las mujeres. Este puede ser un comienzo para hacer una diferencia en el rumbo de las políticas públicas y acortar la brecha de género. Voluntarios que quieran contestar este cuestionario hecho a botepronto.
ramirezmorales.pilar@gmail.com