Urgen cambios

+ Quién para a la iglesia
Algo no está bien y cada día empeora en materia de seguridad pública en el estado de Veracruz, los casos de homicidios, desapariciones, extorsiones, secuestros, feminicidios, levantones, robos, asaltos, ajustes de cuentas y crímenes de todo tipo se multiplican de manera virulenta y carcomen más a la sociedad en sectores y territorio. Las Mesas para la Paz, se han reducido a mesas informativas y de captura de estadísticas, pero sin arrojar resultados, al menos no contundentes ni que generen confianza en la sociedad.
El fin de semana fue un nuevo ejemplo del avance de la violencia con licencia o descaro total con víctimas que son figuras públicas y que escandalizan aún más el clima de inseguridad pero que no escala a la solución. La mañana del sábado el regidor del Sayula de Alemán, Héctor Velázquez Vázquez fue victimado en vía pública en plena mañana. La noche anterior en Cosamaloapan otro crimen múltiple.
Está por demás mencionar a los titulares de la áreas de Seguridad Pública y Fiscalía, o los mandos de la Guardia Nacional, Marina o Ejército Mexicano que forman parte de la seguridad de los veracruzanos, no se observan resultados y sí en un remoto caso existieran, entonces se deduciría que los criminales están mucho muy por encima de la autoridad.
Es doloroso para todos, por que existen responsabilidad en todos, pero no hay que olvidar que el monopolio de la seguridad y procuración de justicia es exclusiva del Estado Mexicano.
En ese sentido, urgen cambios en muchos aspectos, para empezar en el política de combate al crimen y luego, en los mandos estratégicos que deben estar a cargo de los operativos, pero también de los elementos de seguridad para iniciar la titánica tarea de recuperar la confianza en los uniformados.
De poco sirve que el Ejecutivo veracruzano se una al resto de los gobernadores de su partido para respaldar al Presidente de México, cuando se trata de respaldar a los veracruzanos.
EL descrédito en la autoridad está en picada, al parecer nadie lo puede detener, como tampoco se detienen los delitos que lastiman a las familias en todo el estado de Veracruz.
En los tres niveles de gobierno se requiere de un cambio drástico de las políticas de seguridad pública que, por demás está decirlo, no funcionaron y las consecuencias son graves para cientos de familias s de todos los sectores.
Quien para a la iglesia
Son la Secretaría de Gobernación y el Secretario de Gobierno en el estado los encargados de mantener la relación de respeto y buenos modales con todas las expresiones religiosas en la entidad veracruzana, sin embargo no se observa ese vínculo.
Desde hace meses que la relación con la iglesia católica que es la organización más grande e importante, depende de un alfiler sin que nadie pueda hacer algo, pro el contrario, las expresiones de los sacerdotes cada vez son más dura en contra del gobierno del estado.
En las homilías dominicales se puede leer con toda claridad que las cosas no van bien en esa relación, de hecho fue la iglesia la que echó abajo la propuesta del matrimonio de personas del mismo sexo, en el Congreso Local de Veracruz.
Pero eso no es todo, todas las políticas del gobierno de Veracruz, son cuestionadas por los clérigos desde los púlpitos con un manejo de la opinión pública superior a cualquier estrategia gubernamental para hacer bien al gobierno.
Es bien cierto que un gobierno laico no debe esperar la calificación de ninguna corriente religiosa, pero también es cierto que todas las corrientes religiosas sí califican la gestión de los gobiernos.