Uruguay agota en horas stock de mariguana en farmacias

Por primera vez desde que comenzó en el mundo la ilegalización de las drogas y la guerra contra el narcotráfico, un país desafía este orden con un vuelco revolucionario en su estrategia para “robar el negocio” al crimen organizado. Se trata de Uruguay, que ayer hizo historia al convertirse en el primer país del mundo en vender mariguana en farmacias controladas por el Estado, que pasa así a controlar su cultivo, distribución, venta y recaudación del negocio de la mariguana.

Cuatro años después de que votara la legalización y comercialización estatal de la mariguana, a iniciativa del entonces presidente José Mujica, unas 16 farmacias, en su mayoría en Montevideo, aceptaron vender sobres plastificados con cinco gramos de cannabis en su interior.

Cada persona podrá comprar un máximo de 10 gramos por semana y hasta 40 gramos al mes.

Existencias agotadas. Ayer, las farmacias registradas ante el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (Ircca) para vender mariguana de uso recreativo en la capital uruguaya agotaron sus existencias de marihuana apenas unas horas después de abrir sus puertas.

Las farmacias amanecieron con largas filas de personas que esperaban acceder a las dos variedades que el Estado uruguayo puso en circulación, a las que denominó Alfa I y Beta I, cuyo porcentaje de tetrahidrocannabinol (THC), el principal elemento psicoactivo del cannabis, es de 2%, cuando la media suele superar casi siempre el 3%, lo que ha hecho correr la información de que la marihuana de las farmacias “no pega nada”.

La adquisición a través de las farmacias es una de las tres vías de acceso a la marihuana que estableció la ley aprobada en diciembre de 2013, bajo el gobierno de José Mujica (2010-2015).

Dicha normativa también previó el acceso a la mariguana de uso recreativo a través de clubes de cultivadores y el cultivo doméstico.

“Planta maravillosa”. Satisfecho con una iniciativa suya que por fin se hizo realidad, Mujica declaró que su país está “ensayando un camino” que podría ser seguido por otros países.

En una entrevista con el canal Teledoce, explicó que “es una temática de las generaciones que vienen. Nosotros representábamos en alguna medida el mundo que se va, pero no queríamos quedar como viejos conservadores”, añadió.

A su juicio, en la actualidad algunos sectores “no quieren ceder” ante la evidencia del cambio de la realidad donde las nuevas generaciones tienen “otra manera de ver las cosas”.

“Lo que me parece horrible es tener condenada a una planta maravillosa porque es una fibra textil formidable (…), eliminamos una fibra textil y la tenemos castigada por culpa de la droga, pero también parece que en ciertas condiciones es un medicamento como tantas cosas”, sostuvo, a pesar de reconocer que “nunca” probó un cigarrillo de mariguana.

En mayo de 2013 Mujica señaló que se opone al consumo de marihuana, pero que prefiere legalizarlo para que no crezca “en las sombras” y cause mayor daño a la población.

“La mariguana es una plaga, pero el narcotráfico es mucho peor”, opinó.