Veracruz, el cliente predilecto de la ASF

“En tiempo de dificultades toma refugio en la compasión y en la verdad.” – Buda.
Decía un slogan gubernamental de hace ya algunos años, “Veracruz el estado que lo tiene todo” y vaya que lo sí tiene de todo, como de que no.
Y es que no solo su potencial natural, económico, industrial, turístico y cultural han marcado su destino, si no también, la serie de malos gobiernos que le han encabezado.
Empezando por una casta de políticos corruptos que convirtieron a Veracruz en el escenario perfecto para sus fechorías durante los últimos 12 años.
Mientras no enteramos con el paso de los meses, de las atrocidades que bajo el gobierno de Duarte se dieron en Veracruz, respecto a la sistemática desaparición de personas mediante el uso y empleo de toda la estructura de gobierno a su alcance, mismas que podrían convertirse en delitos tipificados contra la humanidad.
En paralelo, los cadáveres financieros comenzaron a gestarse desde la administración de Fidel Herrera Beltrán.
Y es que según la nota del portal de Noticias AVC firmada por la reportera Isabel Ortega, se pudo saber que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) apuntaba que, 85 de cada 100 pesos habrían sido desviados se afirma a través del Informe General Ejecutivo de la Cuenta Pública 2016.
Hasta diciembre del 2016 tanto Herrera Beltrán como Duarte de Ochoa contrataron un total de 52 mil 682 millones de pesos (mdp), por concepto de créditos, algunos de los cuales se ingresaron a las cuentas bancarias pero no se sabe en qué se invirtieron.
Los datos aportados por la ASF, señalan que la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) no manejó correctamente los fondos entregados a través de créditos de la banca privada y la de desarrollo que se tenían que invertir en acciones productivas o infraestructura estatal.
Aun cuando, la propia ASF reconoce que no pueden hacer recomendaciones para resarcir el daño a las arcas estatales, se pide a la Contraloría General y al propio Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), iniciar acciones legales para recuperar los fondos desviados.
Según menciona la nota de Ortega, la ASF precisa que al revisar el manejo de los prestamos contratados se logró detectar el presunto desvío de recursos por 30 mil 765.8 millones de pesos derivados de 15 créditos contratados de 2006 a 2015 y de los cuales no se acreditó el destino de los recursos.
Adicionalmente se identificó afirma la ASF, el indicio de un probable desvío de recursos por 11 mil 607.3 millones de pesos, relacionados con movimientos operados entre diciembre de 2015 y de marzo a junio de 2016.
Ha sido tan grave lo ocurrido en la entidad, que dentro de los hechos inverosímiles de si quiera imaginar, se habría detectado que la cuenta bancaria mediante la que se ejecutaron las operaciones no existía en el catálogo contable, ni en el listado de cuentas bancarias informadas en la Cuenta Pública 2016. En ese caso ya hay denuncia penal y la presentó el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) contra quien o quienes resulten responsables.
Entre los múltiples desvíos observados por la ASF a través de cuanto crédito, mecanismo financiero llámese “bursatilización” u lo que sea, el gobierno estatal sufrió un gravísimo quebranto al erario por todos conocido y padecido.
Sobre ello, resalta lo ocurrido en 2010, a días de concluir el mandato de Herrera Beltrán, cuando con el amparo del Congreso Local, se le autorizó contratar un crédito por 10 mil millones de pesos para contingencias climatológicas, del que se afirma desapareció por órdenes del mismo ex mandatario a horas de su salida del gobierno.
Sobre ellos, mucha tinta se escribió en su momento. Una de las mejores versiones, la ofreció el 24 de abril del 2017 el periodista Edgar Hernández en su muy leída columna Línea Caliente https://www.versiones.com.mx/los-10-mil-millones-que-se-llevo-fidel-herrera/.
En la que da cuenta y cuestiona el destino de ese recurso.
Sumado a ello, ya en la administración de Javier Duarte en el 2011 se dio la primera dos reestructuraciones por 30 mil millones de pesos, de ese total se abonaron 12 mil 600 millones de pesos a los bancos y 17 mil 400 millones se usó para el pago a terceros, sin embargo, no se sabe a la fecha a quién le pago.
Según la investigación realizada por la reportera Isabel Ortega, en 2012 el gobierno contrató un crédito por 5 mil 500 millones de pesos, con lo que pagó dos préstamos obtenidos con anterioridad.
Según la ASF, en 2015 se autorizó una segunda reestructuración por 21 mil 700 millones de pesos. Duarte logró un préstamo de 5 mil millones con Banobras para inversión productiva, pero el dinero lo uso para el pago de un pasivo con Inbursa.
El Informe General Ejecutivo de la Cuenta Pública 2016 revela que se detectó otro crédito por 2 mil 400 millones de pesos, que se localizó en una cuenta de banco que no era parte del catálogo de cuentas que se reportó en el 2016.
En 2016, el Gobierno del Estado sólo contrató dos financiamientos a corto plazo (en el mes de diciembre), por un total de 4 mil 400 millones de pesos, uno con Banorte por 1,000.0 mdp y otro con Interacciones por 3 mil 400 millones de pesos.
El dinero que se pidió para inversión productiva se destinó a gasto corriente: impuestos, salarios, gastos de operación, amortización de créditos y pago de intereses.
Además, la ASF detectó que funcionarios de la Sefiplan usaron créditos bancarios para la compra Certificados de la Tesorería de la Federación que le reportaban rendimientos a corto plazo, sin embargo, la adquisición de los Cetes generó una pérdida al gobierno del estado por más de 12 millones de pesos, según el Primer Informe Trimestral del 2017, lo que se podría considerarse daño patrimonial.
Según el Informe de la Auditoría Superior el gobierno contaba con 566 cuentas bancarias a las que depositaba los créditos y los ingresos propios, y disponía del dinero para el pago de cualquier rubro, por lo anterior la actual administración notificó a la ASF lo difícil que es conocer el destino final de los empréstitos, sin embargo, se detectó la solicitud de créditos para liquidar hasta tres veces un mismo crédito.
Subraya que el 2010 a 2016 la deuda de Veracruz paso de 19 mil 308.8 millones de pesos a 45 mil 801.7 millones de pesos, es decir, se dio un aumento de 26,492.9 mdp, lo que representa un aumento en un 90.1%.
Da a conocer que los principales incrementos se realizaron en 2010 (11,262.5 mdp), en 2011 (5,863.6 mdp) y en 2012 (12,360.2 mdp). La fuente principal de garantía o pago fueron las Participaciones (80.2%), las Aportaciones y los Ingresos propios.
De esta manera se confirma que evidentemente ASF tiene en Veracruz al estado que lo tiene todo… ¡pero todo observado!
La acumulación de señalamiento evidencia que en el próximo proceso electoral, bastará con recordarnos a los veracruzanos, toda esta serie de acciones para seguramente volver a construir la condición de una derrota segura para el PRI y sus aliados.
Pensar en caer en las manos nuevamente de personajes como los que hundieron a la entidad, es simple y sencillamente asunto de congruencia y respeto social, que no habrá de permitirse por ningún motivo.
Al tiempo.
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