Veracruzanos en situación de calle

La Comisión de Desarrollo Social, en la Cámara de Diputados, analiza un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Gobernación (Segob) y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a fin de crear un censo de personas en situación de calle.
Desafortunadamente, cada vez es mayor el número de personas que tienen que vivir en el quicio de un negocio, afuera de una iglesia y, como bien lo señalan los diputados federales, no existen estadísticas claras sobre la cantidad de personas que viven en esa situación. Tampoco hay indicadores que permitan cuantificar a la población callejera, ya que las estadísticas de pobreza en México, realizadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) se basan solo en estudios de hogares realizados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con sus estadísticas, los mexicanos en situación de calle representan 13.3 por ciento de la población total, cuando la media latinoamericana fue de 11.5 por ciento. En 2012 la indigencia creció de 0.6 a 20.6 por ciento.
En la Ciudad de México hay 6 mil 754 personas en situación de calle. De ellas, 4 mil 354 (64 por ciento) se ubicaron en el espacio público y 2 mil 400 (36 por ciento) en albergues públicos y privados. En cuanto al género, 5 mil 894 (87.27 por ciento) son hombres y 860 (2.73 por ciento) son mujeres.
En Veracruz el número de personas en situación de calle va en aumento; desafortunadamente son indígenas en su mayoría, niños y personas que padecen de sus facultades mentales.
Los DIF municipales ni el estatal puede obligarlos a mudarse a un albergue, y ningún gobierno local se atreve a retirarlos de la calle, por temor a una paliza en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Por eso vemos centroamericanos en los cruces, con niños que gatean en los camellones, pidiendo dinero para seguir su paso. Las famosas “Marías” vendiendo chicles o sacudiendo el polvo de los coches, mientras que la marimba de niños pide 1 peso para las tortillas.
Hay épocas del año en donde en un crucero xalapeño usted puede ver hasta una veintena de personas pidiendo, vendiendo y viviendo en las jardineras de la ciudad.
Lo que plantean los diputados federales es un problema que urge resolver, ojalá y se quieran aventar ese trompo a la uña