Versiones de que este sábado saldría libre Flavino Ríos

El rumor es persistente. Que Flavino Ríos Alvarado saldrá libre este sábado 18 de marzo, día de la Expropiación petrolera.
Dos posibles razones de su inminente excarcelación: que la relación entre los Migueles (Alemán Velazco y Yunes Linares) no podría estar en su mejor momento, al grado de que el ex gobernador recientemente donó 4 millones de pesos a la Cumbre Tajín, magno evento que fue ideado por el ex empresario televisivo.
Como es harto conocido, Flavino siempre ha gozado del afecto y del reconocimiento de Alemán. No sería extraño suponer entonces que don Miguel le haya pedido a su tocayo “justicia y gracia” para el ex mandatario interino.
Pero aún hay más. Este viernes, los diputados del PRI accedieron a aprobar la reestructuración de la deuda pública, y no sería tampoco descabellado pensar que el tema Flavino sería una de las monedas de cambio.
Y decimos que tal vez sería una de las monedas de cambio, porque habría otra moneda, ésta literal y presumiblemente metálica, “lana”, pues, en “efec”.
Así –cronican las lenguas aviesas– que habría habido sendos “cañonazos”, de esos de los que hablaba en la centuria pasada Álvaro Obregón, al señalar que no había General que se resistiera a un “cañonazo” de 50 mil pesos.
Pero dicen que los fogonazos de estos días, en la aldea veracruzana, no fueron de 50 mil, ni de 500 mil, sino de ¡varios “melones”!
Lo peor es que dicen que un legislador afecto a las bebidas espirituosas y que acostumbra quedarse dormido en los antros, se habría ofrecido a ser el intermediario, pero que de última hora quedó anulado como mediador.
Y es que –narran— detectaron que este sujeto, militante de un partido de izquierda que va en picada, pretendió llevarse una “mochada” (del ¡50 por ciento!, del emolumento prometido a los representantes populares hasta hace poco reacios a autorizar la negociación del débito).
Vaya que este personaje le aprendió muy bien a los fidelistas y duartistas (¿verdad, Érick Lagos?) que solían pedir mochadas por todo, tanto de obras públicas como de “apoyos” a diputados “rebeldes”.
Y este individuo les aprendió muy bien a los emisarios del pasado porque cohabitó con ellos, qué decimos cohabitó (esa palabra suena demasiado generosa y elegante), más bien se revolcó en el mismo cochinero, en el mismo lodo nauseabundo, en el que nadaron los que saquearon al estado.
Aseguran que por este agandalle en grado de tentativa es la razón por la que a este pasado de “vivo” ya le están reviviendo tremendo expediente legal, que lo va a poner quieto un buen rato. De los detalles del expediente luego les platicaremos.