Víacrucis de un derechohabiente del IMSS

El destacado economista Alejandro Soto Domínguez nos envía esta misiva:

“Casi un año sin respuesta concreta. Alejandro Soto Domínguez (No. de seguridad 6574460406) Xalapa, Veracruz, 26 de noviembre de 2019. El mensaje de esta misiva es con el objeto de dar a conocer la calidad del servicio que proporciona la Delegación Regional Norte Veracruz del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con la plena seguridad que la situación que expongo por este medio, es generalizada. El IMSS padece de un cáncer terminal de burocracia e ineficiencia. Para mi fortuna a mis 73 años hasta la fecha he disfrutado de salud, sin embargo padezco de una hernia inguinoescrotal con el peligro cada vez más cercano de una obstrucción intestinal (gangrena) y molestia crecientes. La historia: solicité una cita por internet, después de dos meses, el 7 de abril, me recibió una doctora familiar en la clínica 66, para una previa valoración, lo cual se realizó a dos metros de distancia y con el celular en la mano enviando mensajes de texto. Por lo tanto no se dio cuenta de la gravedad del asunto. Tramitó una cita para la clínica 11 de esta Ciudad con el cirujano para el día 29 de julio de 2019. Suman 6 meses del presente trámite. Con análisis de laboratorio incompletos, en razón a que la antes citada doctora así lo determino, se me considera apto para una operación, el cirujano ordeno un electro, radiografía y demás, para pasar con un médico internista el 31 de octubre. No existió contratiempos y retorne con el cirujano el 7 de noviembre, sin embargo, ese día en la consulta sin previo aviso, fui notificado que el especialista salió de vacaciones. Se reprogramo la consulta para el 5 de diciembre. Esto se traduce en casi un año de ir y venir a las instalaciones de Instituto sin resultados, una espera que puede ser mortal. Me imagino el calvario de los niños y niñas con cáncer, los pacientes de enfermedades del corazón y diabéticos, por nombrar algunos, soportando a personal grosero y prepotente, con la cantaleta que regrese mañana por que no han surtido medicamentos, largas esperar por falta de espacio en quirófano, en área hospitalaria y de médicos especialistas. Los cuales dicho sea de paso están sujetos a cargas excesivas de trabajo. Tal vez el único que se dió cuenta de esta crisis fue el anterior director del IMSS, Germán Martínez Cázeres, renunció por dignidad ante la impotencia de solucionar los problemas del Instituto con los recortes. La muerte puede esperar. Frente la arrogancia de la alta burocracia del IMSS: serenidad, paciencia y humildad. Esta historia continua, eso espero. Por este medio solicito la publicación y gracias por la atención y el espacio”.