VICENTE FOX, CONVERTIDO EN GRAN ELECTOR.

Con la frase determinante y lapidaria de Vicente Fox, en contra del líder del partido MORENA, “”Yo me Encargo de que no Gane AMLO””, se abre el reto de la sucesión de 2018, lanzándose al ruedo el ex presidente de la transición democrática, para vetar a López Obrador y advertirle que no se puede permitir que México sea un Venezuela. Fox aprovechó la celebración de una reunión con ex presidentes latinoamericanos, delante de quienes advirtió, que utilizará los mecanismos a su alcance para impedir el triunfo de AMLO.
Y agregó el esposo de Marta Sahagún, que López Obrador, solo quiere la silla presidencial
“ para joder a todos los mexicanos”, y con una declaración de prensa, a la que don Vicente había convocado con otros fines, soltó la siguiente sentencia: “ Si no el pueblo de México, yo me voy a encargar, personalmente, que ese cuate no llegue, porque no queremos otra Venezuela aquí, no queremos más populismo y más demagogia”. El colmo de la lengua floja del ex presidente Fox, fue cuando afirmó: “Tengo mis mañas, con estrategia, con denuncia, desnudando al falso profeta”.
¿De cuando a acá se preguntan los mexicanos, un ex presidente se convierte en vocero del pueblo que “mal gobernó”; en el gran elector, que decide por los demás; en dador de cargos en el gobierno, sin facultades o atribuciones legales; y en el gran poder que decide sobre la ocupación del cargo político más importante, como lo es, la Presidencia de la República.?
Las aspiraciones políticas electorales de cualquier mexicano, representan un derecho constitucional, que un ex presidente no puede vetar, así resulte ser el Peje lagarto Andrés Manuel López Obrador el aspirante, o cualesquiera otro u otra de los aspirantes cuyos nombres se mencionan.
Solo con lo publicado por los reporteros que cubrieron al ex presidente Fox, tiene la FEPADE suficiente competencia y materia, para abrir una investigación por delitos electorales en contra del ex presidente Vicente Fox Quezada. Los demás comentarios no tienen la menor importancia, puesto que se trata de consideraciones subjetivas de quién tiene que justificar su vigencia de derechos, para cobrar los privilegios que le siguen llegando desde la presidencia de la república y por sistema.
Solo como referencia obligada, si de justificar prebendas se trata, los informes oficiales que proporciona el IFAI, reportan que desde que dejó la presidencia de la república don Vicente Fox Quezada, ha venido cobrando una pensión equivalente a doscientos cinco mil ciento veintidós pesos mensuales; más la nómina de veinte empleados a su servicio, que paga el gobierno, y que representan una erogación al servicio de Fox por la cantidad cuatrocientos setenta y dos mil cuatrocientos veinticuatro pesos mensuales. Sin incluir al enorme aparato de seguridad, que resguardan la vida y la integridad corporal de todos los ex presidentes de México y sus cercanos familiares y dependientes. Don Vicente Fox Quezada y su esposa Marta, además disponen de un apoyo presupuestal generoso, suficiente para pagar la nómina y el mantenimiento del Centro Fox, construido y operado para las ocurrencias de la ex pareja presidencial, que son los usufructuarios del Centro Cultural y de su operación y explotación.
Se entiende entonces el interés de los Fox-Sahagún para permanecer en el escenario político y servir a los hombres del gran poder, para no prescindir de esos apoyos generosos que solo en países como el nuestro, se otorgan, obedeciendo siempre a favores políticos y reciprocidades oportunistas, como los ataques injustificables y no pedidos, lanzados con tanta furia por Fox, en contra de Andrés Manuel López Obrador y su MORENA.