Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, aseguró que México realiza su tarea en materia de lucha contra el crimen organizado, pero enfatizó que Estados Unidos debe hacer lo propio para disminuir el consumo de drogas y evitar el tráfico de armas.
En conferencia de prensa, el Canciller dijo que México lleva a cabo, desde hace una década, un combate frontal contra la delincuencia, que ha costado muchas vidas, no sólo de quienes integran las organizaciones criminales, sino también de soldados, de marinos, de policías y de integrantes de la sociedad civil, como defensores de derechos humanos y periodistas.
“México está cumpliendo, haciendo con sus capacidades, un combate frontal, doloroso y sumamente costoso para la sociedad mexicana; pero este combate, inevitablemente tendrá resultados efímeros si el origen central del problema, que es la enorme demanda por drogas ilegales, subsiste en Estados Unidos, y si no hay esfuerzos para contener el flujo de amas y dinero en efectivo que permite a las organizaciones criminales llevar a cabo esta perniciosa actividad.
“México no rehuye su compromiso y seguirá haciendo un combate frontal a estas organizaciones, pero necesitamos, si queremos ser exitosos, de raíz erradicar el problema, que en Estados Unidos se tenga una nueva lógica, una nueva visión y sobre todo un nuevo compromiso”, enfatizó.
Todas las vidas que se pierden, añadió el Canciller, son dolorosas, “pero particularmente cuando quien es atacado por este flagelo son defensores de derechos humanos, o son periodistas que cubren, desde el punto de vista informativo, este fenómeno”.
Esto, dijo, representa además un ataque a la propia democracia mexicana, a las instituciones, a la sociedad libre, y por lo tanto el fenómeno es de la mayor gravedad, “y todos lo debemos entender así; es un fenómeno que nos lastima y es un fenómeno que nos debe ocupar”.
Videgaray, dijo que actualmente la relación México-Estados Unidos está en un momento de definición y destacó que las decisiones que tomen próximamente ambos países, definirán cómo será la convivencia entre las dos naciones, no solamente en los próximos años sino en las próximas décadas.
Mencionó que con Rex Tillerson, secretario de Estado de Estados Unidos, ha tenido siete encuentros, seis de ellos han sido reuniones de trabajo y un encuentro en la reunión del G20 en Alemania.
A estos acercamientos, dijo, se suman las reuniones que han tenido integrantes del gabinete mexicano, como de Hacienda Economía y de la PGR, con sus contrapartes estadounidenses.
Estos acercamientos formales, a los que se suman las comunicaciones directas con la Casa Blanca, abundó Videgaray, son indispensables para el trabajo cotidiano en una relación que es compleja, profunda y amplia, pues han permitido que el nuevo gobierno de Estados Unidos entienda cuál es la postura del Gobierno mexicanos, la cual ha sido constructiva, basada en principios que no son negociables.
“Hemos empezado también nosotros a entender mejor cuáles son los objetivos concretos de las distintas áreas del gobierno de Estados Unidos; se han ido estableciendo rutas de trabajo específicas en cada una de las dependencias”, expresó.
Respecto a una posible reunión entre los presidentes de México y Estados Unidos, dijo que aún no está prevista, pero está la posibilidad de encuentros en asambleas internacionales.
A casi cinco meses de su gestión al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Videgaray dijo que lo que más ha percibido es que México debe seguir apostando a fortalecer su servicio exterior.
“Si yo tuviera que hacer una recomendación, a partir de mi experiencia en estos meses, a futuros cancilleres, es que se le dé siempre prioridad al fortalecimiento institucional del servicio exterior, de los funcionarios de carrera que integran la diplomacia mexicana”, expresó.
