Viven menores y maestros crisis de valores

La escuela como la extensión de su casa enfrenta crisis de valores y malos ejemplos de impunidad, corrupción y delincuencia, ningún “aprehendizaje” servirá, si el ejemplo es robarse el presupuesto y enriquecerse con dinero ajeno.
En medio de una crisis de valores elementales, y donde las nuevas reglas parecen ir en contra de los educadores, tanto gubernamentales que no acaban de cuadrar con la reforma educativa, como de derechos humanos, en donde se persigue al profesor si castiga o corrige a sus alumnos, este lunes se festeja una vez más a los mentores en México.
Como todos los años, el aumento salarial retroactivo al primer día del año, será para los docentes de 3.08%, mas 0.42% en fortalecimiento, lo que significa un gran total de 3.5% que en pesos será de 468.90 pesos, para quedar la percepción mensual en 11 mil 819 pesos para primaria y preescolar.
Además se autorizó una compensación nacional única por 4 mil 394 pesos que será pagada en dos partes.
De acuerdo a la reforma educativa, los profesores más preparados y que aprueban los diferentes exámenes tienen derecho a ganar más. Al menos en el salario ya es digno ser maestro.
Crisis de valores: 3 razones de peso
Sin embargo, hoy el problema principal de los maestros ya no parece ser el salario, que lentamente ha ido recuperándose en el nivel profesional, aunque todavía hay diferencias entre los maestros “de a pie” y los que están incrustados en el SNTE en su llamado equipo político, o los que tienen “comisiones” sindicales o simplemente los que son favorecidos y alcanzan los mayores tabuladores.
La crisis de valores que padece la sociedad actual se agrava por 3 razones: los maestros persiguen con mayor intensidad metas políticas; los padres se quedaron sin tiempo para sus hijos y el fomento a los “derechos de los niños” ponen contra la pared a los maestros que siguen su vocación, porque a diferencia de la vieja enseña que rezaba “las letras con sangre entran” y no había chiquillo que chillara porque lo castigaran por “burrito”, hoy los maestros corren el riesgo de ir hasta a la cárcel, si se atreven a corregir a un menor y éste se queja de lo agreden.
1.-
Los maestros siempre han sido entes políticos por naturaleza, desde su formación normalista, sin embargo, los últimos años pareciera que se ha intensificado más esta vocación de “hacer grilla” y “luchar por sus derechos”, que la de formar nuevas generaciones de profesionales exitosos y mexicanos comprometidos.
La meta es el poder, ya no educar.
2.-
De la mano con el incremento político en la naturaleza magisterial y las intensiones de los vetustos líderes de aferrarse al poder, la necesidad de los padres de trabajar ambos turnos completos dejando a la “buena de dios” a sus hijos han conjuntado un coctel en donde quienes más pierden son los menores.
Hasta hace unos años, los padres tenían tiempo para atender las necesidades de sus hijos, hoy el tiempo es insuficiente para llevar dinero a casa y sufragar las necesidades elementales, lo que ya no permite tener espacios en unidad familiar y menos educar en el seno de las buenas costumbres.
3.-
Los derechos de los niños. Un esfuerzo de UNICEF por devolver la dignidad, garantizar educación, salud y ambiente sano, se distorsionaron a partir de los años 90 en que se generalizó su instauración, y en muchos casos en lugar de ser benéficos, han sido un lastre, porque se amparan en la defensa de su “presunta dignidad” y los antiguos castigos y correcciones de los profesores de antaño, que obligaban a sus alumnos a leer, escribir y aprehender correctamente hoy pueden ser incluso tema penal para los mentores que “maltraten” a un estudiante.
Claro que siempre han existido profesores abusivos que no formaban sino lastimaban niños, aunque eran la excepción a la regla de aquellos que corregían con firmeza, los que ponían orejas de burro, los que dejaban sin recreo a los desordenados, los que mandaban al rincón a los rijosos o lo que mandaban hincados al patio a los que se ganaban el castigo; los padres avalaban la educación de sus hijos en manos de sus maestros y no recuerdo en mi generación, que ningún compañero quedara loco o traumado por un castigo semejante.
La mayor parte de mis compañeros son gente de bien que contribuyen con la sociedad.
Actualmente un niño con mediana inteligencia entre 8 y 12 años, amenaza a sus padres con denunciarlos si los castigan y acusan a sus maestros con sus padres de que fueron objeto de una reprimenda por no llevar la tarea.
Desde luego, que muchos maestros frente a la pérdida de autoridad y energía, sólo cumplen mediocremente lo que el instructivo escolar permite. No les interesa poner en riesgo su trabajo y menos si no cuentan con el apoyo de los padres.
En las escuelas primarias, pero más en secundarias y preparatorias, ser narcotraficante, secuestrador o asaltabancos es aspiracional y son centros de reclutamiento para las mafias de delincuentes que tienen carne fresca diariamente para llevar al matadero y vender droga.
¿Que hace falta?
¿Cuándo se perdió la vocación?
Con las reglas nuevas ¿cómo un maestro puede retomar la enseñanza y regresar a convertir la escuela en el núcleo social donde los valores humanos elementales, como la paz, el amor, y el respeto a los demás sea la semilla que debe germinar?
Aprehender
México se quedó rezagado y no avanzará mientras no logre desarrollar una educación de excelencia y poner el ejemplo en honestidad, transparencia y esfuerzo.
Países que antes tenían enormes problemas sociales como los asiáticos, hoy basan su desarrollo poniendo las bases en la escuela.
La nueva cantaleta del gobierno mexicano es “aprehender” en la escuela; comprender lo que el maestro enseña.
Sin embargo, mientras no despoliticen la educación, mientras el SNTE siga rigiendo las normas educativas, mientras sigan los vetustos dirigentes anquilosados gastando el presupuesto y enriqueciéndose a costa de los propios maestros, no podrá existir “aprehendizaje” que funcione.
Mientras los padres trabajen 10 horas diarias para juntar un minúsculo salario entre papá y mamá, dejando al garete a sus hijos, siempre serán presa de las grandes mafias que necesitan carne de cañón para llevar al matadero a los menores.
Impunidad + corrupción = delincuencia y ausencia de valores
Y finalmente, mientras el gran ejemplo de la impunidad, la corrupción y la delincuencia lo pongan gobernantes y políticos, como Javier Duarte y otros de su generación, o los diputados y senadores, alcaldes, líderes sindicales que “no tienen llenadera”, no habrá educación, aprendizaje, ni “aprehendizaje” que alcance para ilustrar con el ejemplo lo que hacen los mayores que tienen en sus manos el destino de una nación, un estado, un municipio o un gremio sindical.
¿Con qué cara se pide ser honesto?
¿Con qué cara se pide no ser corrupto?
¿Con qué ejemplo se enseña ser decente y no mentir?
Resolver la crisis de valores y educación de México, recae desde luego en los padres que han olvidado a sus hijos, en los maestros que grillan más que lo que enseñan, y en los políticos que fomentan la impunidad y la corrupción imparable.
Las nuevas generaciones aprehenden de lo que ven, comen de lo que tienen en su casa y respiran el aire que sus padres les heredan.