Winckler, para rato

El tipo se le abalanzó con celular en mano con la clara intención de tomarse una selfie y con el otro brazo pretendía rodearle por el cuello, mientras él no alcanzaba a entender qué ocurría; entonces alcanzó a oír lo que le decía: “The Big Bang Theory! The Big Bang Theory!” Así es… todo indicaba que lo confundía con el famoso actor Johnny Galecki, quien se encarga de interpretar a “Leonard Hofstadter” en esa famosa serie. Jorge Winckler Ortiz había ido a visitar a su hija mayor en Canadá y en aquel tiempo se peinaba de lado y usaba lentes con marco amplio y grueso, por lo que le daba un aire a ese personaje. Hoy, el cabello engomado y lentes más pequeños son parte de su look.
II
Cierta ocasión, un cliente le pidió que le atendiera un caso. Lo resolvió y esperó que le llamaran para cobrar sus honorarios… pasó una semana… pasó un mes y nada… dio por perdido su pago… al tercer mes le hablaron y le pidieron que pasara a la oficina de su cliente quien ya lo esperaba. Le explicó que por lo regular se iba de vacaciones hasta por tres meses y justo cuando el abogado Winckler había resuelto el caso, él salía de viaje. Cuando vio su pago, era tres veces lo pactado, pero junto con ello, había una oferta de trabajo: ser el abogado de la empresa bajo una condición: exclusividad. La oferta era tentadora, pero al final, tomó una decisión: le rechazó la oferta a Valentín Ruiz Ortiz.
No se arrepiente. Pues además de conformar su propio bufete ganó algo más que dinero al no trabajar con Valentín Ruiz: su respeto.
III
Comentamos sobre los colectivos, sobre el “bola de corruptos”, sobre su sarcasmo… me cuenta del origen del apellido paterno; de la valiente decisión de su madre de tomar un camino sola con sus hermanos para asentarse en el puerto.
Tres fotos a lo largo de la charla me muestra en su celular: 1) su colección de memes que sobre él, se han hecho; 2) Su pie, no recuerdo si el derecho o el izquierdo, pero al igual que a mí, se le reventó el tendón de Aquiles jugando futbol. 3) ¡Sus “cuatro” hijos! Lo vacilo. “Dice que te ves muy joven”, le dice a Mónica, su esposa.
Platica del “nos embarazamos muy jóvenes” mientras toma la mano de Mónica, quien es amante de la gimnasta pero en Xalapa no ve forma de practicarla. Jorge Winckler corre a manera de hacer ejercicio… asegura que la carga de trabajo le ha hecho subir un poco de peso.
IV
Insistimos en los Colectivos. Me dice que entiende el dolor de esas familias que buscan a sus hijos desaparecidos. No se arrepiente de haber dicho que Veracruz era la fosa más grande de México… “es verdad”, pero eso no implica que dejen de hacer su trabajo. Dice que hace poco convocaron a familiares para que les tomaran pruebas para comparar ADN con cadáveres o restos humanos y la sorpresa fue que llegaron más personas de las que tenían programadas. “Engañaron a mucha gente”, pues en la administración anterior, no hubo registro de ADN, sólo fue la finta.
Platica del “Panteón Ministerial” y no deja de agradecer el apoyo del alcalde Américo Zúñiga por apoyar su trabajo en aras de poder esclarecer el mayor número de casos. De ello pueden hablar los colectivos “Enlaces Xalapa” y “Buscando a nuestro desaparecidos”.
Por cierto, dicho “Panteón Ministerial” es una fracción de terreno del panteón municipal “Bosques de Xalapa”, destinada a la inhumación de cadáveres y restos humanos de personas desaparecidas del panteón municipal de Palo Verde.
Le digo que a veces pareciera que la Fiscalía sólo está concentrada en dos asuntos: Desaparecidos y ex funcionarios. Me invita a visitar la página de la Fiscalía fiscaliaveracruz.gob.mx y comenta que constantemente se sube información para quien la requiera.
V
Es muy natural al responder. No cuida formas, fondos, pero no por ello dice groserías. Es hasta cierto punto, muy pulcro en su hablar. Le digo que hay cosas en las que el Fiscal no es “políticamente correcto”. Me dice que puede estar de acuerdo, pero que no tiene ese libro que le explique cómo responder no sólo ante la prensa, sino incluso, hasta en actos que él considera contravienen el clamor de justicia y entonces, le gana su espíritu de abogado, de defensor. No se trata de convencerlo… le expongo mi posición ante una sociedad, desde la prensa, desde los funcionarios, desde todos, con doble moral y remata la charla: “Prefiero ser ciudadano que político”…
Sí, al final, creo que tendremos para rato a Jorge Winckler, el polémico, pero fiel a su idealismo y a sus convicciones.
smcainito@gmail.com