Desde que fue aprehendido a Antonio Lozano Pineda y se exhibieron sus malos manejos en el atletismo mexicano, las cosas se han enfriado en cuanto a otros señalados en meses anteriores por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deportes (Conade).
En su momento fueron mencionadas las de boxeo, luchas asociadas y tiro con arco, por no comprobar satisfactoriamente recursos recibidos, tan sólo por mencionar a algunas que tienen a la Conade con la mira puesta.
Pero más allá del desconocimiento hacia los gladiadores, poco o nada ha sucedido con otros relacionados a los presuntos embustes.
Y las revisiones deben seguir, para que haya transparencia en el deporte nacional, porque seguramente podría haber por ahí algunos que quieran pasarse de vivos, pero las medidas drásticas, como la de Lozano, deben implementarse, porque es el uso de recursos públicos los que estarían “perdidos”.
La tentación es cabrona. No hay que olvidarnos de eso.
En Veracruz las cosas deben emularse, revisar a fondo cómo ha sido el manejo de los recursos estatales recibidos por las Asociaciones Deportivas, y aunque es una época de crisis los dineros fueron dados y utilizados con anterioridad.
Además, la iniciativa que dio la directora del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD), María de los Ángeles Ortiz Hernández, hace unas semanas de reunirse con los dirigentes respectivos fue productiva y ayudó para marcar el territorio del que se va a trabajar a partir de ahora.
Seguramente habrá presidentes de dichas Asociaciones que respingarán por no estar acostumbrados a ciertas exigencias administrativas que deberán cumplir en un plazo no mayor a dos meses y demostrar que normativamente están al 100 por ciento y sin dinero que comprobar.
Pero hay que poner orden en el deporte de la entidad y las cosas no están sencillas, para nadie es un secreto, hacen falta regulaciones, en algunos sectores más en otros menos, pero se necesitan.
Los meses que se vienen deben ser históricos para que exista un cambio de raíz donde deba de hacerse, erradicar a personajes fósiles en el deporte de la entidad, que ya aportaron lo que debían y tienen que dar un paso al costado para que entren nuevas y mejoradas filosofías.
Buena empresa es la que tiene enfrente la actual administración del IVD y de completarla se habrá dado un paso muy grande hacia el orden.
Es un tiempo de cambio, donde también dichas Asociaciones Deportivas les corresponde convertirse en autosuficientes ante la crisis que existe, para dejar de sólo recibir dinero oficial.
Hasta la vista.
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