¿Y por qué no crear una ley que diga que si el fiscal se llama Jorge y se apellida Winckler puede ser removido?

El Congreso de Veracruz se está prestando a una trama que inició obscena y macabra pero que ya está deviniendo en ridículo. Se están prestando los diputados locales a las obsesiones del gobernador y de su secretario de Gobierno que, como dijera el periodista Luis Velázquez Rivera, cada día que pase Winckler en la Fiscalía del Estado, será una derrota para Patrocinio Cisneros. El Congreso de Veracruz ya aprobó la LeyAntiWinckler, una ley que le permita al Poder Legislativo remover al Fiscal General del Estado. Pero son tan duchos los diputados que esa ley no resulta suficiente y ahora ya anuncian que modificarán las causales por las que pueda ser removido el fiscal. Ya que son mayoría los de Morena, ¿por qué de plano no crear una ley que diga que si el fiscal se llama Jorge Winckler puede ser removido de inmediato? ¿A qué está orillando está pugna personal del secretario de Gobierno? A que el Poder Legislativo caiga en el ridículo, caiga en el manipuleo. El Poder Legislativo deja de ser un poder autónomo para supeditarse a lo que el Ejecutivo disponga y el Ejecutivo dispone lo que le diga su poderoso secretario de Gobierno quien al final va a terminar por robarle el mandado. Lo repetimos, cada día, cada semana, cada mes, cada año que Winckler permanezca en la Fiscalía, será una derrota para el “porro de Palacio”.

Patrocinio dice que pronto se restablecerá la tranquilidad para todos los veracruzanos; ¿no que eso dependía de la salida del Fiscal?
El secretario de Gobierno declaró que ya se encuentran 600 elementos de la Guardia Nacional en Coatzacoalcos y en la ciudad de Veracruz. Esto después de los hechos violentos que se suscitaron el pasado fin de semana. Se espera que en los próximos meses sean unos 2000 elementos los que lleguen al estado de Veracruz que buscarán abatir la inseguridad. Eric Patrocinio Cisneros, ahora sí en su papel de secretario de Gobierno dijo: “Ya va empezando paulatinamente, va a haber un despliegue mayor de la Guardia Nacional y van a llegar por ahí de 2 mil elementos, no va a haber una sustitución, va a ser complementaria al trabajo de la Policía del Estado”. El propósito es que se mantenga la tranquilidad y la paz en Veracruz. ¡Qué diferencia! No se parece este funcionario al porro que hace unos días declaro que mientras Jorge Winckler fuera Fiscal de Veracruz no se podría con la inseguridad en el estado. Alguien le ha de haber recordado al secretario de Gobierno que la seguridad de los veracruzanos no se puede trivializar, no se puede excusar, no se puede utilizar como golpes box. La seguridad de los veracruzanos es tan importante que lo que se requiere son acciones, y la llegada de la Guardia Nacional es una acción que tiene como propósito mandar un mensaje a la delincuencia organizada, un mensaje en el que se advierte que no se va a permitir que la delincuencia siga haciendo de las suyas.

12 de diciembre, el guadalupano Javier Duarte no podrá peregrinar este año
Dice Octavio Paz que “la fiesta de Guadalupe, el 12 de diciembre, es todavía la fiesta por excelencia, la fecha central del calendario emocional del pueblo mexicano”. A esta fiesta acuden todos los desamparados, los huérfanos del destino que fueron abandonados en la desgracia. Pero como huérfanos que son también acuden a la Basílica aquellos que no tienen madre, trúhanes y desalmados; ladrones y corruptos que piensan que con un día de penitencia pueden hacer el resto del año lo que les plazca. Cierto que para muchos la virgen sigue siendo la madre de Dios, la mensajera que puede llevar los ruegos de los fieles hasta el trono del señor. En un país como el nuestro, donde nuestras propias autoridades ya no nos escuchan, la virgen intercede por todos, files e infieles, indios y mestizos, honrados y pobres; porque al según la virgen no hace ninguna discriminación y lo mismo socorre al que ha sido saqueado como al saqueador. Basta con que un sólo día el sujeto haya ido al templo a cantarle las mañanitas o haya llegado de rodillas hasta su altar, con las llagas sangrando, demostración evidente del amor y la devoción hacia la morenita del Tepeyac. En su momento el mismo Javier Duarte declaró en pleno palacio de Gobierno que él era guadalupano, y ¿qué significa ser guadalupano? Significa ser un devoto de la virgen, significa ser un afiliado a las reglas de la tradición, significa ser un practicante de la doctrina de Guadalupe madre, quien no pide mucho, sólo una vez al año hacer un sacrificio, entre más sangriento mejor, para poder gozar de completa impunidad por el resto del año. Pobre Duarte, este año otra vez no podrá ir de peregrinación; pero con esta 4ª Transformación le esperan mejores años.
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com