¿Y si el que enloqueció fue otro?

El meollo del asunto no es si AMLO y Miyuli deben confrontarse verbalmente en una plaza pública, sino el bajo nivel del debate mediático.
Da vergüenza que un mandatario estatal se ponga a pelear en redes sociales y que use un lenguaje discriminatorio e inapropiado. Eso revela que el Peje sacó realmente de sus casillas al choleño azul.
¿Qué no será que el que enloqueció fue otro y no precisamente el tabasqueño?